Juan tiene 22 años, es delgado, usa el pelo largo, se levanta todos los
días alrededor de las 11 horas y su vida fluye “sin sobresaltos”, como él
mismo señala. No estudia ni trabaja y vive al alero de sus padres.
Al igual como centenares de jóvenes en la región, Juan integra una abultada lista que actualmente se conoce como la generación “nini” (entre 15 y 29 años), un fenómeno cada vez más creciente a nivel nacional y que en Antofagasta presenta especiales características.
Según la Décima Encuesta Juventudes 2022 del Area de Estudios del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), los “ninis” llegan al 11% del promedio nacional en el mencionado grupo etario, mientras que en
Antofagasta la cifra alcanza a 19%, casi duplicando el porcentaje anterior y siendo unos de los más altos del país.
La encuesta del Injuv señala que la población joven a nivel nacional es de 4 millones 200 mil personas en 2022, donde la región reúne el 4% de este total, es decir, 162 mil jóvenes. De esta última cifra, 32 mil son
“ninis”.
El levantamiento de esta medición fue entre 2021 y 2022, a nivel país consideró 9.700 casos entre los 15 y 29 años y en el ámbito local contempló una encuesta a 400 personas, teniendo un margen de error
del 4%.
RAZONES
Este resultado fue dado a conocer en la constitución de la Mesa de Juventudes Locales y Municipios, donde estuvieron presentes el gobernador Ricardo Díaz, los seremis Mauricio Zamorano, Paulina
Larrondo y Hanna Goldener, la directora (s) del Injuv, Tamara Jaime, representantes municipales y líderes educativos, además de diferentes organizaciones ligadas a la juventud.
¿Por qué ocurre esta situación? Las razones son variadas, como el fuerte aumento de la deserción escolar tras la pandemia, embarazos, escasa motivación para seguir estudiando, problemas económicos para
acceder a la educación superior y también la permisividad de los padres ante sus hiios. Un cóctel perfecto que pone en alerta a las autoridades y los expertos.
ESCOLARES
Sobre el fenómeno “nini” y sus consecuencias, el cofundador del programa AntofaEduca, Javier Figueroa, señaló que la principal preocupación y desafíos es atacar el problema en los escolares, es decir, el primer segmento involucrado en la muestra, ya que esto tiene que ver principalmente con la deserción escolar, problemas familiares y desigualdades sociales.
El experto advierte que el sistema educativo está desconectado con el mercado laboral, algo que en el tiempo ahonda más la brecha social y el círculo de pobreza, de ahí que es necesario mirar mucho más allá de la minería y dar paso a la innovación al interior de las salas de clases.
Javier Figueroa explica que todo este fenómeno de jóvenes sin estudiar ni trabajar “causa efectos desastrosos en la región, no sólo desde el punto de vista económico, sino desde la salud mental, en gran medida porque este grupo es una verdadera bomba que puede explotar en cualquier momento”.
Una visión similar, aunque con algunos matices, tiene el directivo de The Giant School, Marco Riquelme. Este colegio subvencionado lideró este año los mejores puntajes de la Prueba Simce de cuarto básico en
Lenguaje y Matemáticas.
A su juicio, hay un punto de inflexión en este tema provocado por la fuerte caída de 10 puntos de la asistencia en la educación formal, con una curva de descenso marcada desde 2018 al 2022 y agravada por el déficit de cupos, la nula construcción de nuevos establecimientos, un sistema escolar demasiado rígido, la migración y problemas de salud mental de los jóvenes.
Otros temas que pone en discusión son la falta de oferta escolar y las elevadas cifras de prevalencia de jóvenes TEA, que tras cursar sus estudios luego no pueden encontrar trabajo, quedando en la incertidumbre.
Respecto a estos resultados, el seremi Mauricio Zamorano mencionó que esta encuesta del Injuv permite obtener una radiografía de la realidad que debe ser abordada y que es necesario combatir en forma
multisectorial para revertir estas cifras y sus negativos efectos a futuro.
OTROS DATOS
El informe también señala que el 60% de jóvenes vive aún en la casa de sus padres, mientras que un 27% declara vivir en sus viviendas propias, ya sea comprada o arrendada.
Lo que sí aumenta de manera significativa es la jefatura de hogar juvenil, la cual pasa de 11% a 20% en siete años. En la región estas cifras son más altas, fluctuando de un 17 a 32 en igual periodo, con un
claro impacto de las mejores perspectivas laborales asociadas a la minería.
En cuanto al lado positivo de esta generación de entre 15 y 29 años, la encuesta señala que los jóvenes de la región son solidarios o participan en alguna organización, con un 59% a nivel regional en comparación ala media nacional de 54%.
PREOCUPACIÓN
Para afrontar este complejo escenario de jóvenes sin estudiar ni
trabajar, el gobernador Ricardo Díaz y los seremis Mauricio Zamorano Paulina Larrondo acordaron liderar una segunda Mesa de las Juventudes, a fin de analizar este tema y buscar probables soluciones.
En primera instancia, el encuentro con esta temática está programado para septiembre y será organizado nuevamente por el Injuv. Uno de los objetivos es que las comunidades escolares también puedan exponer sus inquietudes y reflexionar sobre el fenómeno “nini”.