Jorge Morales – gerente general de Horux Latam
Esta semana conmemoramos el Día Internacional de la Seguridad Vial, y si bien las cifras de personas fallecidas en Chile durante 2024 muestran una baja del 12%, lo cierto es que esta estadística se ha mantenido relativamente estable en los últimos años. Esto debería ser una señal de alerta para redoblar nuestros esfuerzos y explorar nuevos caminos hacia una meta que, aunque ambiciosa, no podemos abandonar: reducir a cero las muertes en el tránsito.
Desde nuestra experiencia en tecnologías aplicadas a la gestión del transporte terrestre, estamos convencidos de que uno de esos caminos es el levantamiento y uso de datos de calidad. Estos datos permiten desarrollar soluciones tecnológicas de vanguardia que no solo contribuyen a prevenir conductas de riesgo, sino que también optimizan la toma de decisiones en tiempo real, como la planificación de rutas más seguras y la respuesta temprana ante incidentes viales.
En este contexto, destacamos la iniciativa conjunta de la Mutual de Seguridad, Carabineros de Chile y el Ministerio de Transportes, quienes presentaron un estudio observacional sobre conductas de riesgo en zonas urbanas de alto tránsito. El informe reveló que 2 de cada 10 vehículos incurrieron en una posible infracción, siendo el exceso de velocidad la conducta más frecuente, seguida por el no uso del cinturón de seguridad y la distracción por el uso del celular.
Es importante relevar el valor de estos datos y el ejemplo que entrega esta alianza público-privada. Iniciativas como esta no solo permiten diseñar estrategias más efectivas y sostenibles para reducir los accidentes viales, sino que también abren la puerta a una etapa superior: la predicción de situaciones de riesgo mediante modelos basados en ciencia y tecnología. Así, no solo protegemos la integridad de los conductores, sino que damos un paso concreto hacia salvar vidas.