Una granja en medio de La Chimba

Más de 100 animales están al cuidado de una comunidad que busca el apoyo de autoridades y que, también, invita a la familia antofagastina para experimentar un fin de semana diferente junto a sus hijos.

En pleno barrio industrial de La Chimba es posible encontrar una granja con diversas especies de animales: caballos, yeguas, ponys, cerdos, cabras, chivos, corderos, gallinas y muchos perritos abandonados que han sido acogidos por el empresario antofagastino de origen quechua, Arturo Linares Terrazas.

Este sector se ha convertido en un pequeño pulmón verde al lado del ex vertedero de La Chimba. “En la zona de las caballerizas tenemos áreas verdes y hasta allí llegan una infinidad de aves, incluso unas garzas muy lindas que pueden apreciarse en la mañana. Yo y mi familia nos sentimos sanamente obligados a cuidar y proteger el medio ambiente”, comentó el empresario.

Linares forma parte junto a otros empresarios de La Chimba, de la recientemente creada Comunidad Futuro Verde. Este organismo busca combatir las quemas ilegales en el ex vertedero y para ello cuenta con maquinarias pesadas (motoniveladoras, cargador frontal, camionetas, camiones aljibe y un estanque con capacidad para almacenar 70 mil litros de agua), y así enfrentar los permanentes siniestros que provocan inescrupulosos que merodean este sector.

APOYO DEL MUNICIPIO

El industrial comenta que, desafortunadamente, acuden muchas personas a abandonar perros y éstos llegan solos hasta el refugio animalista. “Ya tengo más de 50 perros. Acá les damos cariño, comida y cuidados. Todo esto sale de mi bolsillo y del aporte de mi familia. Sería interesante que el alcalde pudiese saber de nosotros y recibirlo para mostrarle lo que hacemos y cómo lo hacemos. El apoyo de él, de autoridades y organismos no gubernamentales sería ideal”.

Mezclar los pensamientos políticos con el compromiso incondicional de cuidar una ciudad es incompatible. Así lo asegura don Arturo. “Es por ello que invito a la comunidad a que se acerque y conozca este pequeño, humilde pero lindo ecosistema que hemos creado. No me interesa lucrarme y cobrar entradas para que la familia visite mi granja con animales. Me basta que lleguen, traigan una colaboración y/o alimentos para los animales y con eso suficiente”.

Carolina Báez, emprendedora y colaboradora de la Comunidad Futuro Verde, agrega que Antofagasta tiene pocas alternativas de entretención para los niños, en particular para quienes sufren de alguna discapacidad. “Ya hemos realizado pequeñas sesiones de equinoterapia para niños con Síndrome de Down. Es muy lindo observar cómo se relajan y se conectan con los caballos y yeguas. De hecho, cualquier niño podría montar una de estas especies alrededor del establo que tenemos en la granja”.

También enfatizó la relevancia de tener sintonía fina con el ayuntamiento local. Dijo que el municipio cuenta con una oficina de la discapacidad y que, es posible, unir este departamento edilicio junto a la Comunidad Futuro Verde con el propósito de, entre otras materias, coordinar cabalgatas inclusivas y actividades recreativas para niños, jóvenes y adultos con capacidades especiales.

INVITACIÓN A LA FAMILIA

“Ya he tenido la visita del SAG, Policía de Investigaciones y Carabineros en mi ecosistema. Todos ellos han podido comprobar las condiciones en la que se encuentran mis animales, el cuidado que les entregamos y el compromiso con el medio ambiente del sector. Todo está en regla en mi granja. Sin embargo, quiero dar el siguiente paso, y es abrirlo y compartirlo con la comunidad, en especial con los niños. Ellos podrán tocar a los animales y esa experiencia aquí, en el desierto más árido del mundo, es muy difícil”, destacó Arturo Linares.

El empresario reiteró la invitación no sólo a las autoridades sino que a la familia antofagastina para que se acerque a este pequeño ecosistema y puedan experimentar una mañana o tarde distinta junto a sus hijos. En el lugar podrán apreciar también un pequeño museo de antigüedades y una zona de espacio libre y abierto para tomar desayuno, almorzar o preparar un asado. La invitación ya está hecha sólo resta asistir y apreciar esta granja. Los interesados podrán contactarse con la colaboradora Elízabeth Montecinos, celular 9 8288 1498.

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